- Diseño llamativo.
- Iluminación RGB en varios colores, mediante luces LED.
- Práctico kit adicional.
- Limitaciones de su interfaz SATA.
- Precio mayor al de unidades de rendimiento similar.
Review
HyperX es una división de Kingston, creada en el año 2002, dedicada a la fabricación de productos especialmente pensados para jugadores de videojuegos. El pasado mes de septiembre la compañía anunció el lanzamiento de Fury. El elemento diferenciador de este modelo, dentro del mercado SSD, es su atrevido diseño. Está disponible en 240, 480 y 960 gigabytes.
El dispositivo cuenta con un conector SATA 3.0. Es inferior en rapidez a las opciones que incorporan la potente interfaz PCIe, pero es mucho más veloz que un disco duro convencional. Integra el controlador Marvell 88SS1074, también incluido, entre otros, por el Kingston UV500.
La lectura secuencial de la unidad es de hasta 550 MB/s, lo que supone un buen nivel de transferencia. La máxima velocidad que tenemos registrada en SATA es de 560 MB/s, alcanzada por alternativas como el Samsung 860 PRO. La escritura secuencial del Fury es más discreta. En este punto, su tasa es superior a la proporcionada por el Kingston A400, aunque menor a la entregada por el UV500, que llega a los 500 MB/s. El fabricante no suministra datos aleatorios, un apartado en el que tampoco destaca el SSD analizado.
Donde marca las diferencias este HyperX es en diseño, merced a un aspecto rompedor, muy oportuno para gamers. Aunque esto no suele ser algo relevante en modelos no externos, estamos hablando de un producto ideado para cajas de ordenador que dejan a la vista el interior. Dispone de iluminación LED, a través de dos rejillas y el logo de la marca. La luz viene en rojo por defecto, si bien admite variaciones entre distintos colores. Su alimentación y ajustes se articulan desde un terminal mini-USB, que puede conectarse a una placa base compatible con RGB o a un controlador RGB. Asimismo, es posible unir el aparato en serie a otros dispositivos, con el fin de sincronizar colores y efectos.
La longitud y anchura de la unidad son las mismas que tiene cualquier SSD de 2,5″, pero su canto es ligeramente superior. En peso la diferencia es más obvia, puesto que los 165 gramos del HyperX están unas tres veces por encima de la media.
La resistencia aumenta a la par que el espacio de almacenamiento, estando datada en 120, 240 y 480 TBW, según la versión. En este aspecto, el Fury vuelve a situarse entre los Kingston A400 y UV500.
Las luces LED comportan un significativo gasto energético, que aminora el rendimiento del modelo. HyperX señala unos consumos de 0,2 W en reposo, 0,6 W de media y un máximo de 2,5 W, en tareas de escritura.
La memoria NAND 3D está conformada mediante 64 capas y es de tipo TLC. Los chips MLC aportan una mayor durabilidad, sin embargo, el abaratamiento que implica la utilización de TLC ha llevado a Kingston a emplear esta tecnología en sus unidades de estado sólido SATA e, incluso, en su PCIe de bajo coste A1000.
El paquete del producto trae como extras un cable mini-USB a RGB y un código de activación para el programa Acronis True Image, un referente indiscutible para la clonación y la programación de copias de seguridad. No obstante, si no tienes suficiente con estos accesorios, HyperX comercializa, por unos 15 euros más, el kit de instalación que puedes ver en la siguiente imagen. Consta de carcasa USB 3.0, soporte de 3,5″, tornillos de montaje, destornillador multi-bit, cable SATA y cable USB 3.1 tipo A a mini-USB. La garantía, en todo caso, es de 3 años, incluyendo asistencia técnica.
Características
- Dimensiones: 10,0 x 6,9 x 0,9 cm.
- Peso: 165 g.
- Tipo: interno.
- Tecnología: unidad de estado sólido (SSD).
- Capacidad: 240 GB – 960 GB.
- Lectura secuencial: 550 MB/s.
- Escritura secuencial: 480 MB/s.
- Lectura aleatoria: no hay datos del fabricante.
- Escritura aleatoria: no hay datos del fabricante.
- Resistencia: 120 TBW – 480 TBW.
- Interfaz: SATA III.
- Factor de forma: 2,5″.
Opinión final
El HyperX Fury es más caro que otros SATA de un rendimiento parecido, como el Kingston A400. Otro inconveniente, en este caso ligado a la tecnología de su conector, está en que no proporciona las velocidades aportadas por las avanzadas interfaces NVMe PCIe.
Como ventaja del dispositivo hay que subrayar su singular diseño, dotado de iluminación RGB. Ésta es la cualidad que puede justificar, según las prioridades de cada uno, el mayor gasto que conlleva. Otro elemento destacado es el completo kit de instalación, vendido por el fabricante por unos euros más.
